¡Jodo petaca! / Andrés Sierra


Por Andrés Sierra

     En la casa familiar vivía mi abuela paterna, la única abuela que he conocido (incluyendo abuelos), de vez encunado, tras algún incidente en casa, soltaba ¡jodo petaca!, algo así como los vascos su ¡haiba la hostia!

    Vivíamos en Zaragoza, pero todos bilbilitanos: así que mi devoción (y mi curiosidad) es ir algún día a Calatayud y preguntar a gente mayor –si están cognitivamente bien- sobre la expresión susodicha y me aporten información.

     En otro orden de cosas, puedo decir (algo cotidiano) cada día cuando salgo de casa, y pongo el pie en la calle, cómo decirlo; en tiempo y espacio… Empiezo con el espacio, no hay más de 150 metros –más o menos que no me encuentre con algo deleznable que me sulfura. Alguna persona está faltando al respeto a otra persona, o una falta de civismo absoluta, en fin, sin nombrar peleas que también las hay. En cuanto a la medición en tiempo, no pasa más allá de 15 minutos en ver situaciones similares a las ya comentadas anteriormente. Y esto, lamentablemente, es todos los días, digo más, repetidamente a lo largo de un mismo día; ¡jodo petaca! Bueno tendría que comentar más circunstancias del ser humano en sociedad, y en realidad siempre es lo mismo, la depredación del ser humano en sí mismo.

   Hemos conseguido llegar a la Luna no sé cuantas veces, vamos camino de Marte, y por lo visto, hacia Júpiter…¿será para destrozarlo todo? Qué inteligentes somos; ¡jodo petaca!.

    En realidad todo es cuestión de la observación. Descendemos de los primates, pero, no me voy a meter en una teoría en la que yo comulgo. Una especie se puso erguido para tener mucha más visión del espacio, es decir, para poder tener  más posibilidad de comer; algo fundamental para mantener la especie.

   No hace muchos días, esperando el tranvía, una persona estaba molestando a mucha gente. Yo le increpé, hizo oídos sordos, pero las demás personas, no dijeron ni “mu”. Entonces pensé que en lugar de apoyarme, prefirieron callar.

    Deducción –aparte de la crispación de todo el mundo, tal vez yo el primero, también hay mucho miedo-. Todo lo que estoy comentando (y me puedo equivocar) para mí es deleznable de cómo funciona el ser humano en sociedad, y aquí, afortunadamente, no nos caen misiles, de momento…

     Estamos en verano, vacaciones, todos sabemos que en estas fechas hay muchos abandonos, sobre todo de canes, y esa gente ¿qué tiene en la mollera? Otra vez; ¡jodo petaca! Como diría mi abuela y que yo también digo.

    No me quiero explayar con la religión, pero creo que tiene mucha culpa en casi todo.

    Sentimos profundamente este desastre mundial imposible de parar. ¡Jodo petaca!.

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