Por Rafael Gabás
Souleymane es un rider de 24 años que ha llegado hace poco de Guinea Conakry y reparte comidas por las calles de Paris, día y noche.
Él, como tantos millones de seres humanos por el mundo, tiene un objetivo en su vida: Los papeles; Para ello tendrá que preparar una entrevista con una trabajadora social del sistema de inmigración francés.
¿Por qué huyó Souleymane de Guinea Conakry y atravesó 5 países durante 5 meses?: El 62% de la población no está alfabetizada, el 95% de las mujeres han sufrido mutilación genital, hay un alto número de matrimonios forzosos, el 80% de la población está bajo el umbral de pobreza, hay numerosos golpes de estado y represión (el último en 2021), etc.
La película tiene un ritmo frenético, el espectador vive los primeros 20 minutos la contrarreloj de Souleymane subido en su bici, repartiendo compulsivamente, bajo la lluvia y el frío, ensordecido por el ruido del Distrito 19 de Paris, salvando los obstáculos viales y luchando por sobrevivir, todo sin sentimentalismos, sin lágrima fácil, sin concesiones, un homenaje a esos millones de personas que se han visto forzadas a escapar y que nos posibilitan una vida mejor y más barata; la grandeza de Lojkine estriba en que muestra y nos hace ver lo que no queremos ver, nos desprotege de nuestra ignorancia, destapa nuestra indiferencia y visibiliza a clandestinos e ilegales (comillas enormes)…
Todo el film está permeado de un absoluto realismo, de autenticidad, todo él se acerca al género documental, es cinema verité y también un thriller con un alto contenido político y sin maniqueísmos, demagogias o didactismos; Lojkine nos mete adrenalina e inquietud en el cuerpo, no vamos a tener descanso durante más de hora y media.
Atención especial merece la ambivalencia de la trabajadora social que entrevista a Souleymane, personaje magistralmente representado por Nina Meurisse, una persona como tantísimas en Occidente que muestra cierta empatía hacia la injusticia pero que no puede manifestar abiertamente porque está atrapada en sus propios problemas, que, imagino, serán cómo pagar el préstamo del piso, elegir las actividades extraescolares de los niños, la gotera del salón, los problemas de su barrio en el que cada día hay más inmigrantes, etc.
El film está repleto de decisiones técnicas brillantes, excelentes planos secuencia de la bicicleta en movimiento realizados desde otras dos bicis (una para la cámara y otra para el sonido), travellings nocturnos urbanos brillantes, espacios interiores claustrofóbicos, encuadres imposibles, montaje final encomiable… Lojkine nos muestra la cara B de Paris en la que no vemos nada turístico y nada atractivo… cómo la técnica cinematográfica se adapta como un guante al guión y cómo se puede concluir una película con 10 minutos finales antológicos.
Mención especial merece la interpretación de Abou Sangaré, inmigrante ilegal y actor no profesional que transmite física y psicológicamente un sentimiento de desasosiego e inquietud pero también de perseverancia, resiliencia y dignidad y nos fuerza a reflexionar acerca de los manidos sentimientos de identidad y pertenencia; su actuación obliga al espectador a tener en cuenta realidades incómodas y alejadas de su entorno.
El cine ha cambiado mi vida y finalmente he conseguido el permiso de residencia después de varios años y ahora trabajo como mecánico en un taller de Amiens y ese es mi principal proyecto de vida (Abou Sangaré).
Y como estamos a hombros de gigantes no está de más mencionar algunos de los directores que más han influido en La historia de Souleymane y en Boris Lojkine en particular: Dardenne, Loach, Puiu, Garrone, Mungiu …
Título: L´histoire de Souleymane
Dirección: Boris Lojkine
Actores: Abou Sangaré, Nina Meurisse, Younoussa Diallo, Amadou Bah, Emmanuel Yovanie
Año: 2024 (estreno en España el 30 de abril de 2025)
Guión: Boris Lojkine, Delphine Agut