Por Manuel Medrano
https://demareteion.wordpress.com/
Hace falta ser idiota para creerse todas las barbaridades asustaniños que nos están endosando los “líderes europeos”. No nos van a invadir por el norte.
Ni a España ni a nadie. No hay que prepararse para la guerra, decidlo claro, queréis saquear los ahorros conseguidos con nuestro esfuerzo y trabajo para que hagan fortunas aún más multimillonarias los empresarios e inversores del sector armamentístico, y si de paso cae algún maletín (o contenedor) de dinero para vosotros, pues mucho mejor. No hay que preparar paquetes de supervivencia por si nos invaden, nos atacan o hay una catástrofe natural imprevista. Si algo de eso ocurriese, la catástrofe nos cogería con las latas caducadas (recordad, imprevista), los invasores no se irían en los tres días que duraría el paquetito y, si se tratase de un ataque nuclear, ¿qué hacemos con cuatro tontadas que duran tres días?
Con lo carísima que nos cuesta la monstruosa burocracia europea, lo único que nos faltaba es que nos quieran acojonar. Aún no se ha aclarado buena parte de los follones de la adquisición de vacunas por parte de los organismos europeos, ¿y ya queréis otro lío que drene miles de millones de euros a bolsillos oscuros?
NO A LA GUERRA.
Eso es todo. Quiero ver a Macron, a Starmer y a Von der Leyen pertrechados y dando panzadas en las trincheras del frente del Dombás, y a sus hijos y nietos. Y entonces seguiré diciendo lo mismo, pero me demostrarán sus convicciones guerreras. Que ni tengo ni comparto. Me parecen unos sinvergüenzas ellos, Rutte, y algunos energúmenos de los países bálticos, que nos quieren lanzar a un apocalipsis en dos fases: primero te arruino y, luego, chapoteando ya en la miseria, te meto en una guerra que estoy provocando yo para forrarme. Y, patrióticamente, podrás morir de hambre o de herida de arma.
El asco, la náusea que me producen estos personajillos, muchos de los cuales no han trabajado de verdad en su puta vida, es indecible. Muy demócratas, muy defensores de la democracia, pero convirtiéndose en dictadorzuelos sangrientos cuando ven peligrar su estatus adquirido a dedo, que les concedieron para ser títeres de otros más poderosos.
Yo apoyaré, y no solo con mi voto, a quien se oponga a esta monumental estafa, a esta consideración de los europeos como carne de cañón económica y bélica, a quien luche contra esos elementos cancerígenos que mandan en la burocracia europea, y hacen y deshacen sin contar con el ciudadano de a pie.
Hay que echarlos de ahí, y cuanto antes. Están usando nuestro dinero contra nosotros. ¿Les preocupa salvar el estado de bienestar, cada vez más en peligro? No. El estado de bienestar, o lo que va quedando de él, es un riesgo para su supervivencia, necesitan implantar un nuevo régimen: El Terror. Por favor, decid conmigo:
¡NO A LA GUERRA!