Ópera Mía: Otelo


Por Miguel Ángel Yusta

      Brillante elenco en conjunto, con una estratosférica, inmensa Asmik Grigorian, bien acompañada por Brian Jagde (Otello), correcto Iago de Gabriele Viviani y muy bien el Cassio de Airam Hernández ya consolidado como un tenor de buenas prestaciones.

  Excelente en todo momento el maestro Nicola Luisotti, conductor de la Orquesta Titular del Teatro Real y magnífico el Coro Titular al que su director, el maestro José Luis Basso, sigue dando un gran nivel, así como los Pequeños Cantores de la ORCAM y cuerpo de bailarines.

 

  La producción es la que ya vimos en este escenario en 2016. Discutible y discutida, monótona y gris y sólo ayudada por una correcta iluminación que destaca momentos y detalles. Verdi -su inmenso Otello- merece, en mi opinión, menos simplificación y más emoción escénica.

    Ah y esperamos repetir «en día normal» y también ver el reparto alternativo, nada menos que con María Agresta, Jorge de León -que debuta en Madrid el papel de Otello- y Vladimir Stoyanov, un excelente barítono verdiano, como el malvado Iago.

    Musicalmente, esta función ha sido un éxito muy bien acogido por el público del estreno (que braveo de pie sobre todo a Asmik) con invitados de relumbrón recibidos en alfombra roja, y también muchos buenos amigos de la crítica especializada.

    Verdi es inmortal y, con todo y contra todo, (algún que otro «verdicidio» escenografico llevamos visto) permanece…

¡VIVA VERDI…!

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