Por Jorge Álvarez
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El padre del realismo mágico de haber vivido en esta Argentina de hoy hubiera podido escribir un best seller por semana teniendo al gobierno de Milei como guionista.
¿O acaso usted cree que de la imaginación prodigiosa del genial Gabo podría surgir un tema como éste que voy a desarrollar para usted?
No, le aseguro que no. Los afiliados de manera compulsiva al PAMI, el Programa de Atención Médica Integral, que es una obra social para los jubilados y pensionados para acceder a la cobertura del 100% en medicamentos “no deben poseer más de un inmueble, no tener aeronaves ni embarcaciones de lujo ni poseer un auto de menos de 15 años. Ni ser tener acciones en una empresa.”
Esto pasa en la vida de un político o en la mayoría de los gremialistas pero no en la de un jubilado que recibe menos del 30% de lo que se necesita para no ser pobre y cinco o seis veces menos de lo que necesitaría para pertenecer, al menos por este mes, a la cada vez más vapuleada clase media.
Pensaba escribir un poco más pero me consumen la ansiedad y los nervios y me voy ya a vender por lo que me den el yate, poner a nombre de mi hija el avión de 16 plazas y a esconder en la finca de 130 hectáreas mis dos autos alemanes modelos 2025 antes de que me descubran.
Le ruego a cada compatriota imite mi proceder y póngale de una vez punto final a la desenfrenada compra de dólares, oro y de euros. ¡Basta, deje de especular y sea solidario! Y olvídese de viajar cada 90 días a Miami porque los Milei y sus crías lo están vigilando. Después no diga que no le avisé.
