Exposición de Bigott en Sala X, calle San Pablo 59, Zaragoza.


Por Daniel Clemente

   Ya conocía la sala, pero ahora me parece nueva, las paredes desconchadas son un marco incomparable que enmarca cuadros sin marco, los cuadros sin marco de Bigott.

    Escribo con el hígado en la mano, cuarto y mitad, pero en verdad os digo; completamente entero. Y de frente, el concepto, Bite Amerika.

    En la sala hay punk bailable, hay barroco, hay renacimiento, y, por supuesto, Fela Kuti, cabrón, vas a bailar y no hace falta el chiste fácil de la acción rimada. Rima y Rema, como fundadoras de una nueva ciudad visitada en tantas ocasiones. Años 80’s, 90’s, no ventas?, agotadas las localidades.

    Quién lo conoce puede pensar que es un impostor que apuesta con sinceridad de suïcida, un suïcida que sabe reconocer el lado más punk de Julio Iglesias, Ave María y réquiem, contrito el corazón; digo el hígado, me interno…

    No es un garage de menuceles, sin embargo, la casquería es un contínuo.

   Ep, despierta! Ah, sí.

    Desde el fliper modelo 1987  se abre un sueño. Un mundo onírico el de Bigott, que tan pronto te acaricia como girándote la vista y el cerebro, te suelta un golpe que te deja en la lona, para despertar en otra lona, Zénit…sin ir más lejos. Óleo me unge.

    No consigo entrevistarle, está yaciente en una tumbona, recibiendo, según dice, “mi terapia innecesaria previa a cualquier inauguración” saborea  refrescos a bocajarro y escucha susurros a puerta oreja. Vuelve a hablar: “llego tarde pero llegaré” 

   De nuevo en un mundo pasado, que no solo marca el presente si no que es un presente necesario, un presente de navidad en pleno mes de junio; compases que flotan. Un contraste? Reloj de sal. Concepto, concepto de Bigott.

    Entiendo que quiere que marche a escribir estas u otras palabras.

Del 26 al 29 de junio de 2025

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