Casa Palestina, Zaragoza 10,05 del martes 30 de septiembre


Por Agustín Gavín

     Hemos quedado y he llegado un poco antes. Nada más saludar a  Ibrahim el presidente de Casa Palestina, observa que a alguien se le ha olvidado bajar la persiana del escaparate de un antiguo negocio ubicado a pie de calle donde hay carteles de manifestaciones y contra el genocidio  y descubre unas manchas en el cristal.

     Dice que por allí pasa gente que de vez en cuando lanzan escupitajos al…

…cristal, me indica dos de ellos, incluso les dejan mensajes por debajo de la puerta con su punto de odio.

   Decidimos irnos a tomar un café, la entrevista la habíamos acordado la víspera de la multitudinaria manifestación que recorrió el paseo de la Independencia el jueves 26, en una rueda de prensa a la que acudieron más de veinte organizaciones convocantes y un par de medios de comunicación.

       En la Zaragoza gusanera como la llamó el poeta Miguel Labordeta en el siglo pasado, pasaban estas cosas. Ahora, algunos medios reeditan esa sensación rastrera solo importan las noticias locales, autonómicas o nacionales, nunca internacionales de no ser las relacionadas con los deportes. Parece ser que la convocatoria de una manifestación convocada por muchas organizaciones sociales es un tema menor, informativamente hablando.

     Sentados en una cafetería de la cercana Plaza de Roma comenzamos a desgranar sin guion previo dos o tres de los asuntos por los que habíamos quedado.

     La manifestación del jueves anterior fue un ejemplo solidario, tanto en número de participantes como en la perfomance que se hizo del genocidio en la plaza de España.

     Comentamos la única pregunta del miércoles en la sede de Casa Palestina de un medio de comunicación, la misma pregunta angustiosa que se hace mucha gente después de ver las noticias.

¿Cuándo se va a acabar esta masacre, cual es la solución?

Ibrahim contestó:

“Los mismos que planificaron todo hace más de ciento cincuenta años, lo tiene que solucionar. La sociedad de Naciones ya se había convertido en la ONU, son ellos los que tiene que buscar la solución.”

     La repuesta parece otra perfomance, se sabe desde hace tiempo que el derecho a veto de los miembros del Consejo de Seguridad han hecho de la ONU, única organización mundial que defiende los derechos de la sociedad civil internacional, un elemento decorativo donde sólo el belicismo parece despertar interés. Y desde la llegada de la administración Trump, la quiere convertir en un conjunto vacío, en la última asamblea solo le faltó decir: “La ONU soy yo”.

      Precisamente le comento a Ibrahim el periplo del avión presidencial de Netanyahu para no pasar en su vuelo a Nueva York por países que son miembros de la Corte Penal Internacional de La Haya-CPI. Desde la denuncia de Sudáfrica en dicho tribunal podría ser detenido por orden de la fiscalía. La orden de arresto podría ejecutarla cualquiera de los 124 estados miembros que firmaron el Tratado de Roma para perseguir crímenes de guerra, genocidios invasiones etc.  No lo han firmado muchos países o no lo han ratificado después de firmarlo como EEUU, Cuba, Rusia, Israel, India, Nicaragua,  entre otros.

      La conversación nos lleva a retomar una frase que ya la publicamos hace un año de Carla del Ponte, Fiscal General adscrita a los genocidios de las guerras balcánicas y de Ruanda a finales del siglo pasado. En aquel momento se estaban planificando negociaciones de paz en varios frentes abiertos con genocidios y limpiezas étnicas por medio y la frase no es otra que NO PUEDE HABER PAZ SIN JUSTICIA. Indudablemente va a ser difícil que Benjamin Netanyahu y su exministro de defensa, así como un dirigente de Hamas también procesado puedan seguir los pasos de Mladic, el carnicero de Srebrenica o Karadzic entre otros. Milosevic que murió en prisión fue detenido en Belgrado porque sus propios compatriotas después de expulsarlo del poder tras unas elecciones fraudulentas, permitieron que con custodia internacional del M16 y la CIA, fuera llevado a La Haya. Milosevic después de limpieza étnica de los radicales serbios en Kosovo, su negativa a llegar a acuerdos con la comunidad internacional en las conversaciones de Rambouillet y el posterior bombardeo de Serbia y Montenegro por parte de la OTAN, su estrella declinó en progresión geométrica. Acabó recluido de momento en su casa de Belgrado mientras el nuevo gobierno serbio discutía sobre su destino. Al que fuera parte importante en los acuerdos de paz de Dayton la posible inmunidad pactada para el futuro ya le había caducado.

      Por cierto la letra pequeña de los acuerdos de Rambouillet se conoció tres meses después de los bombardeos de la OTAN.  Fueron publicados con poca relevancia en El Pais y  en Le Monde después de que la maquinaria destructora de la OTAN  había obligado a lo que quedaba de la Yugoslavia de Milosevic a rendirse. La propuesta de la comunidad internacional tenía una cláusula que Milosevic rechazó, porque lo consideró una invasión. Era algo parecido a que la OTAN, podría moverse a sus anchas por lo que quedaba de Yugoslavia, es decir, Serbia y Montenegro, algunos observadores apuntan a que Rusia no le dejó y el bombardeo fue inminente y muy destructivo con multitud de efectos colaterales entre los civiles.

       Mientras Netanyahu esté protegido por EEUU puede estar  tranquilo y es improbable que cometa un error y se vaya de vacaciones a la Costa Azul aun así la  furia de Trump podría ser imprevisible. Netanyahu estaba procesado en su país por corrupción antes de la salvaje invasión de Hamas que costo más de mil muertos y unos doscientos cincuenta secuestrados. Gente bien informada, me comenta Ibrahim, dice que Netanyahu tiene mucha contestación en Israel lo que sucede que nadie se atreve a hablar por miedo, pero ha habido deserciones entre los soldados y hay mandos del ejército que no aprueban la masacre en Gaza.

      Cuando estamos acabando el café, la alerta en el móvil informa de un posible acuerdo de paz. Nos lo tomamos con indiferencia, conocemos de otras ocasiones los colores de estos fuegos artificiales.

    Nos despedimos, se tiene que ir a otra reunión. A Casa Palestina se le va a otorgar el título de Hija Predilecta de la Ciudad  en las Fiestas del Pilar.

     Cuando se leen los  veinte puntos del acuerdo, permanece la indiferencia. Pero cuando va pasando el tiempo y se empiezan a escuchar las reacciones de los diferentes líderes mundiales, medios de comunicación y sobre todo la reacción de Netanyahu negándose a la tesis de los dos estados, el asunto da para la especulación.

       Tantas veces Netanyahu ha repetido que para que exista Israel tiene que desaparecer Palestina y es difícil que cambie de criterio. Esto dejaría un resquicio para pensar que la frase de Carla del Ponte podría ponerse en marcha. Acontecimientos vendrán y uno puede ser que entre la contestación interna y que Trump se enfade mucho, pueda haber justicia. A Milosevic también le pusieron una clausula inasumible y los suyos lo entregaron a La Haya.

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