Pollerías (noviembre)


Por Martín Ballonga

   ¡Un éxito sin igual del Pollo Urbano!. Una sección con píldoras, runrunes y comentarios que nos llevaran por pequeñas pistas a caminos de interés asegurado para nuestros lectores . No te pierdas su lectura…

 

  Uno de nuestros personajes cinematográficos favoritos era el que interpretaba Katharine Hepburn en ‘La fiera de mi niña’, la magnífica comedia de Howard Hawks. A su paso todo era caos, tal como explicaba su abogado a Cary Grant, una de sus víctimas: “Nunca entenderemos nada mientras ella se empeñe en explicarlo todo”.

  De esto sabe mucho el psiquiatra zaragozano Alberto Fernández, que en un tiempo creía tener explicaciones para todo y ahora lo explica en su libro ‘Locura de la psiquiatría’, de la editorial Desclée de Brouwer. Nosotros recomendamos este volumen y, de paso, recordamos a nuestros lectores esta frase de Samuel Becket: “Todos nacemos locos; algunos se quedan así”. O esta otra de Noel Coward: “Me niego a aceptar meses de cara humillación a manos de un psicoanalista solo para que me diga que a los cuatro años estaba enamorado de mi caballo de madera”.

  Pablo Echenique no ha elegido para vivir en Madrid un chalé en la sierra, sino el barrio de Salamanca. Y ha instalado en su portal una cámara de seguridad que vigila a todos los viandantes que por su puerta deambulan. Su calle es la de Diego de León, un general como el diablo manda al que, sin embargo, todavía no le han quitado el nombre de la vía por su franquismo recalcitrante. Augusto Ferrer-Dalmau lo pintó pasando revista en 1839 a sus húsares de la princesa.

  En tiempos no muy lejanos, Pablo Echenique utilizaba cualquier medio de comunicación para abrir caminos. De eso damos fe en este ‘pollo urbano’. Una vez que Podemos ha acariciado el poder, el argentino evita la autocrítica y acusa a la prensa de los posibles fracasos de su organización. Nosotros preferimos a Jorge Valdano y su bla, bla, bla… ¿Existió el cine mudo en Argentina?

  De hecho, vean lo que dijo Jorge Valdano en una conferencia sobre el erotismo y el lenguaje: “Eros y lenguaje se mezclan por todas partes, porque el sexo es un acto profundamente semántico. Si el coito se puede esquematizar como diálogo, la masturbación parece ser correlativa a la pulsación del monólogo”. Toma del frasco, Carrasco.

  Menos mal que siempre nos queda Luis Buñuel, al que le hubiera gustado conocer al pamplonés Miguel Sánchez-Ostiz –admirador de un viejo conocido del calandino, Claude Sautet-, pero su guionista Carrière no le habla de él, de sus escritos, de sus dietarios, de sus cosas. Como cuando le confunden con un padre jesuita. O el Opus en su infancia y adolescencia, en el horizonte de toda su vida, como un nubarrón. O para cuando se da cuenta de que se ha hecho un animal de costumbres, ya envejecido y sin tantas facultades. “Malo echar en falta tu rutina”, escribe Sánchez-Ostiz en uno de sus diarios, “porque es reconocer tu limitación vital más elemental… o bueno, quién sabe, la rutina es un refugio como cualquier otro, necesario”. Sí, como el propio Buñuel.

  Buñuel dijo que un día sin risa es un día perdido. Antón Castro lo trae a colación para referirse a la creadora de la portada pilarista en ‘Heraldo de Aragón’, Eva Armisén. Y, en efecto, a la redacción pollera nos entró la risa floja. Por la ilustración en sí y también por el texto del periodista. Lo que hay que ver. ¡Y leer! Sin embargo, Castro no cita la anécdota de cuando Buñuel, con sus amigos de la residencia, fue a Toledo en coche, y le dijo a Dalí: “No bajes la ventanilla… que me despejo”.

  En el primer ‘artes y letras’ de la temporada del decano de la prensa aragonesa, el crítico literario Ricardo Lladosa reseña ‘Sabotaje’, de Arturo Pérez Reverte: “La serie de Falcó, al igual que la de Alatriste, podría llegar a las siete novelas, o a la decena de ellas y seguiría siendo una poderosa corriente narrativa que envuelve a los lectores con cada nueva entrega”. Para nosotros, sin embargo, Reverte es mal escritor y peor novelista. El género de novela histórica lo aborda con preferencia porque hace de los protagonistas, perfectamente identificables, encarnaciones de sus propias iras e incapacidad literaria.

  Se ha estrenado recientemente en los cines de Zaragoza el documental ‘Arizmendiarrieta, el hombre cooperativo’ sobre la figura de ese párroco vasco que durante el franquismo funda el movimiento cooperativista en Euskadi, lo que después da lugar a empresas como Fagor, Eroski o Caja Laboral, o sea, un imperio empresarial. Es curioso que justo cuando el grupo Mondragón atraviesa uno de los momentos más delicados de su historia se dé forma a este documento sobre su fundador. Dirige el vasco afincado en Zaragoza Gaizka Churresku, que saca piedras donde no las hay. En este sentido, es un auténtico ‘artista’. Bendita calamidad.

  Explosivas declaraciones de Alberto Cuberovski: “La gallina pone huevos, pero si no cacarea nadie sabe que los ha puesto”. Los huevos, mejor duros. Como su cabeza. En el fondo, todo cacareo contenidista es ingenuo. Y conservador. Y moralizante. Por eso le recordamos lo que dijo el dictador italiano Benito Mussolini: “Si le arrancas las plumas a la gallina de una en una, la mayoría de la gente no se dará cuenta”.

  “Desde 1492… nos cagamos en la Hispanidad, en la Virgen del Pilar y en todo Dios”. Así reza la polémica contraportada de la revista satírica ‘Mongolia’ del pasado mes. Un poco de respeto, colegas, que el doce de octubre es un día de resurrecciones, actividades medievales, muestras de patrioterismo de plastilina y celebraciones militares con una cabra, en esta ocasión un macho cabrío, también conocido como cabrón. Dios, la Patria y el Rey.

  Muy discutible nos parece la exposición en torno a los universos de Goya y Buñuel que se expone en dos espacios paralelos zaragozanos. Lo dijo el calandino: “Los tres sordos aragoneses más famosos del mundo son Goya, Beethoven y yo”. También Félix Romeo Pe(s)cador, que, según fuentes de toda solvencia, era sordo (o gordo) y afrancesado. También la bestia de los dibujos animados.

  En esta casa nos sorprende el pragmatismo con que los políticos parecen escoger las materias de sus estudios ficticios. “Pudiendo elegir”, ha dicho el pepero aragonés Luis María Beamonte, “yo me encargaría el máster en Ontología, Metempsicosis y Kung fu”. Imagínense el perfil irresistible: “Licenciado en Derecho, entró en las juventudes del partido con nueve años y tiene un posgrado en conocimiento Jedi por la universidad Rey Juan Carlos I”.

  El gobierno de Pedro Sánchez reclama a la iglesia católica las propiedades, entre otras muchas, de la Seo y la Magdalena. Si los médicos no son los dueños de los hospitales, como tampoco lo son las maestras de los colegios, ¿a quién pertenece, por ejemplo, la iglesia de San Juan de los Panetes, inmatriculada sin título de propiedad por el arzobispado de Zaragoza antes de que el presidente José María Aznar abriera las puertas del registro a los templos de culto en 1998? Todo un escándalo inmobiliario silenciado. El uso no condiciona la titularidad. A dios rogando y con el mazo dando, que a este paso la iglesia inscribirá el cielo a su nombre. ¡San Pedro, haz algo!

  En una conversación entre los dos ‘pablos’ del ayuntamiento de Zaragoza, Muñoz interpela a Híjar: “¿Qué es lo que quieres realmente?”. A lo que su compañero responde: “Todo lo que quiero es llegar a casa con la satisfacción del trabajo bien hecho”. Entre pa(b)los anda el juego…

  Javier Hernández ha tomado posesión del cargo de lugarteniente del Justicia de Aragón, Ángel Dolado, una figura que no había sido recuperada con la restauración moderna del Justiciazgo. Pese a que figuraba en la norma reguladora de la institución de 1985, hasta ahora no había habido consenso político en las Cortes para su reinstauración. Con la asunción del cargo, Hernández podrá sustituir a Dolado en cualquier eventualidad, incluidas vacaciones y asumiendo prácticamente sus mismas funciones. También será el lugarteniente de ‘El pollo urbano’ cuando nuestro director, Dionisio Sánchez, y nuestro sub, Carlos Calvo, se vayan de vacaciones. Así estaremos cubiertos en navidades y en plena canícula. ¡Jo!

  Nos ha gustado el libro sobre Manuel Pertegaz que ha escrito el investigador turolense Javier Hernández. Nacido en la localidad turolense de Olba, Pertegaz revolucionó la alta costura española en un tiempo en el que ni la moda estaba valorada en nuestro país ni los creadores españoles tenían prestigio fuera de sus fronteras. La obra de Hernández reconstruye la trayectoria de este pionero en muchos sentidos y la pone en contexto con la realidad política, social y cultural de la época.

  Enhorabuena al poeta Alfredo Saldaña, que ha ganado una cátedra de teoría de la literatura de la universidad de Zaragoza, con matrícula de honor. “En España hay más poetas que lectores de poesía”, ha dicho. “Si esto es así, quiere decir que hay poetas que no leen poesía”. En efecto, dos y dos son cuatro. Lean el artículo de nuestro redactor Dani Arana.

  Nos informan que la experta en pintura –y otras malas artes- Chus Chuletilla se está quedando en los huesos. Atrás quedaron las suculentas mordidas que su pareja, Huan-jo Vaskez, le suministraba cuando era consejero cultural del organismo DGA (Despilfarro y Gasto Asacos). Ahora, añorando el sabor del lúbrico comisariado, se insinúa periódicamente, vestida de negro fatal, en salas y galerías de vanidades amarillentas para calmar la sed de su garganta profunda.

  Según Nietzsche, “el hombre es una cuerda tendida entre la bestia y el superhombre”. No añadió que el imbécil (o la imbécil) se balancea sobre esa cuerda y cree que las bestias son los demás.

  Ha muerto Montserrat Cállate, tan enorme, tan imposible, tan a fuerza de aria. La que se reía. La que su risa se convertía en un estallido, en una imagen que perdura fuera de todo contexto. Recuerden a Buñuel: “Un día sin risa es un día perdido”. Si la voz de la soprano española se apagó, el que sigue imperturbable, erre que erre, es Miguel Ángel Tapia, riéndose, aunque sin su timbre de cristal. “En el auditorio, hasta el siglo veintidós”, se vanagloriaba el otro día, en plan somarda. O mio babbino caro.

Artículos relacionados :