Realización «injertos» en una finca del  ISSIPU


Por Luis Gareta

     En “El Paguillo”, una de las fincas donde actúa el Instituto de Silvicultura Improductiva del Pollo Urbano, se detectaron varios almendros provenientes de la primera reforestación que ser realizó en dicho campo y cuyas almendras eran amargas…

….por lo que se procedió primero a su identificación para, posteriormente realizar los injertos adecuados para que sus frutos sean “dulces”.

     Así pues, fijada la fecha más adecuada para realizar dicha operación, dos técnicos del ISSIPU se desplazaron a la finca y procedieron a realizar dichos injertos,  decidiéndose que se haría los denominados “de corona”  y de”endidura doble” por ser los más adecuados dado el tipo de pies que había en la explotación

   Posteriormente se visitará la finca para analizar el resultado de los múltiples injertos que se realizaron ¡Enhorabuena a los técnicos y éxito en las acciones que se llevaron a cabo

    En la mayoría de los casos, en una plantación de almendros, podemos distinguir a los ejemplares amargos por presentar una floración que no coincide en el tiempo con el resto. No siempre la época de floración de un ejemplar amargo, tiene qué ser más temprana.

    La floración de un ejemplar amargo puede ser tardía si esta se ha obtenido a partir del crecimiento de una semilla obtenida por el cruzamiento dos variedades tardías que posean el genotipo amargo.

 Injertos

   En el mundo vegetal, un injerto es una operación que consiste en unir dos plantas diferentes, pero emparentadas, para formar una sola con las características de ambas.

    Una de ellas conservará la raíz ―con sus correspondientes características― mientras que la otra se insertará, mediante la incrustación de un fragmento de rama o una yema, en el tronco de la primera. Ésta parte es la que formará las ramas y, por tanto los frutos, en el caso de los frutales, que serán iguales a los de la planta madre ―de la cuál obtuvimos el material para el injerto.

    El contacto entre ambas ha de ser perfecto para que el callo que se formará al cerrarse la herida, una las dos plantas y comunique sus tejidos para que la savia pueda circular de una a otra.

La necesidad de injertar

   El injerto de las plantas se hace porque con ello se obtiene alguna ventaja concreta o más de una. Veamos las más importantes.

Reproducción fiel

    Mediante el injerto se puede clonar una planta interesante sobre otra que carece de interés o que se emplea como patrón por alguna razón secundaria, como por ejemplo una mejor adaptación a la condiciones del suelo.

Entrada en producción más precoz

    Al cortar una parte de una planta madura e insertarla mediante el injerto en otra joven ―que se ha obtenido de semilla―, se acorta mucho el periodo improductivo inicial.

    Esto es debido a que cuando se desarrollen las ramas a partir del injerto, estas necesitarán menos tiempo para comenzar a producir, puesto que proceden de una planta que ya estaba floreciendo.

Aprovechar las características del patrón

     A veces puede ser recomendable injertar una determinada variedad sobre un patrón que es más resistente a enfermedades del suelo, a la sequía, etc.

   En otras ocasiones, el patrón confiere cierto grado de enanismo para obtener árboles que se desarrollen menos. Esto es muy común en plantaciones comerciales de manzanos, para los cuales hay una gran variedad de patrones que dan lugar a árboles de distinto porte.

Lo negativo de los injertos

   La principal desventaja de los injertos es que solo pueden unirse con éxito a determinados patrones, siendo incompatibles con el resto.

    En general, las plantas que pertenecen al mismo género se pueden injertar entre ellas, y en ocasiones también es posible entre plantas de la misma familia.

Injerto de hendidura doble

    Es una técnica que se aplica cuando la diferencia entre el injerto y el portainjerto es notable, pero no excesiva, de modo que se puede aprovechar para hacer los  injertos dobles. La razón de esta opción es que se duplican  asi las posibilidades de que alguno de ellos funcione. Afortunadamente en bastantes ocasiones se ha dado el caso de que ambos han prendido.

Almendro sobre ciruelo

     procedimiento  básico sigue los mismos planteamientos que el injerto de hendidura sencillo, pero con la salvedad de que en la hendidura se aprovecha para colocar dos púas en la misma incisión.

    Por ello debemos procurar que  el tipo de lengüeta tenga la misma anchura y una profundidad que sea similar, para conseguir que la tensión de la madera del portainjertos  se reparta de forma homogénea sobre ambas cuñas y el ajuste  del cambium sea perfecto.

Peral sobre espino

    Hay que tener presente que el punto de anclaje del injerto va a ser la zona exterior de ambas cuñas, por ello al reducir el espacio de contacto, una solo superficie en lugar de dos,  hay que procurar ajustar estas lo mejor posible.  El callo de crecimiento que se desarrolle allí será esencial para  el agarre de cada injerto en su evolución futura.

Injerto de corona

    Explicamos cómo y cuándo realizar en injerto de corona, un tipo de injerto de púa muy utilizado cuando el grosor del patrón es demasiado grande, pudiendo injertar ramas gruesas o incluso el tronco del árbol.

    Se trata de una modalidad que se encuentra dentro del grupo de injertos de púa, y que es muy utilizada para injertar ramas ―o troncos― gruesos.

    Requiere cortar el patrón por la zona donde se va a injertar, por lo se van a producir heridas muy importantes, que tardarán bastante tiempo en cicatrizar.

  Debido a esto último, no es recomendable realizar el injerto de corona en árboles que tengan dificultades de cicatrización, que sean susceptibles de contraer enfermedades a través de las heridas o que vayan a desarrollar gomosis, como ocurre con en los frutales de hueso.

Fuente: http://www.mundohuerto.com/injerto/tipos-injerto/pua/corona

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