Instalación de un circuito de agua para el limpia del Land Rover


Por Max Calor

   A raíz de las intensas lluvias que se sufrieron en la zona la pasada primavera, los técnicos del ISSIPU se vieron en la necesidad de solucionar el problema  de la carencia …

…de un circuito de agua   para el  limpiaparabrisas de su  histórico Land Rover.

   De fábrica, estos vehículos llevaban  un recorrido de tubos muy finos de plástico conectados a un pequeño depósito y que suministraban el líquido a dos difusores situados uno en cada ventanilla delantera y accionado por un pulsador de goma que inpulsaba aire en el circuito produciéndose, por presión, la salida del líquido a las ventanillas.

   Como resultado de unas reparaciones que los antiguo propietario onubense  hicieron en la carrocería del vehículo, se cambiaron los dos cristales delanteros y no se sabe por qué razón se  desconectaron todos los tubos, (tal vez a con vistas a su posterior instalación). La realidad es que el coche no tenía suministro de agua y la incomodidad en caso de su necesidad era manifiesta aunque habitualmente se solucionaba con metodología casera y en virtud  de la experiencia del conductor.

  Los técnicos del instituto se pusieron manos a la obra y consiguieron una pequeña bomba de agua que funcionaba a 12 voltios, unos cuantos metros de tubo de plástico transparente adecuado, un interruptor que se integró en la parte baja del salpicadero y un interesante difusor que da abasto a las dos cristaleras.

  También, como es natural, se quitó el diminuto depósito antiguo y se colocó una con más capacidad de agua.

    Realizada las pruebas pertinentes, el circuito funciona a la perfección por lo que, desde aquí, felicitamos a los artífices de la mejora ¡Enhorabuena a todos!

 

Land Rover 88

   Sinónimo de «todo terreno» durante décadas, símbolo de robustez y seguridad incontestado, el Land Rover es ya un clásico, una referencia obligada cuando se habla de un 4×4. Sin ninguna duda, el vehículo todo terreno más conocido en nuestro país, ha llegado a ser, en cualquiera de sus innumerables versiones, el todo terreno profesional por excelencia.

    Muy pocos modelos a lo largo de la historia del automóvil han tenido una vigencia tan prolongada como el Land Rover. Desde su presentación en el Salón del Automóvil de Amsterdam en 1947, el Land conserva su línea, si bien a lo largo de estos casi cuarenta años ha ido evolucionando, tanto estética como mecánicamente. Es cierto que del primitivo primer modelo con motor de gasolina de 1.595 c.c., chasis corto, y puesto de conducción central —verdadero Jeep mejorado— queda poco. Sin embargo, su apariencia no ha cambiado, en la más pura línea del conservadurismo británico. Fabricado en España por Metalúrgica Santa Ana desde hace más de veinticinco años, ha acaparado el mercado de su sector durante mucho tiempo vendiendo sus unidades antes de haber salido de las cadenas de montaje.

    Los Land como es notorio, acusaron el paso del tiempo y la casa matriz británica remodeló hace un. año y medio toda su gama con las versiones 110 y 90, dotándolas de otras motorizaciones en sustitución de las antiguas. La casa inglesa ha incrementado la potencia mediante la adaptación de un nuevo motor 2,5 en la versión «Ninety» —equivalente al 88 español— y un 3,5 1. de gasolina procedente del Range en su versión «One ten», además de la incorporación de cajas de cinco marchas. Santana ha seguido otra vía para el aumento de prestaciones, la vía turbo en sus versiones del cuatro cilindros 2,3 1. y la conocida atmosférica de seis cilindros y 104 CV.

    En el momento de la prueba la versión turbo que hubiéramos querido ensayar no estaba disponible, así que la unidad protagonista de este test fue el 88 super atmosférico. Las versiones «Super» de los Land 88 y 109, salieron al mercado a finales de 1982, y posteriormente han ido sufriendo ciertas mejoras dando como resultado el 88 «Super» que en esta ocasión traemos a vuestras páginas.

 Un concepto ortodoxo

     Como es de rigor en un buen 4×4, la estructura es un chasis o bastidor formado por dos largueros longitudinales y travesaños en chapa de acero cerradas en forma de cajón. El bastidor, es portante de la carrocería —que va atornillada a él— y del resto de los órganos mecánicos, motor, transmisión, etc. Una de las particularidades más interesantes de los Land Rover es que su carrocería está constituida por paneles de aluminio y acero. La utilización del aluminio no es nueva en los Land sino que forma parte de la idea básica del coche. Su origen coincide con la posguerra en Gran Bretaña y por razones obvias existía en aquel momento una gran penuria de acero. El constructor afrontó este problema con imaginación, y estudió la utilización eventual del aluminio en la carrocería de un coche destinado a la agricultura, obras públicas y a reemplazar a los viejos Jeeps de la guerra.

    Este empleo de aluminio, pronto se reveló como una buena idea, ya que al reducir el peso aumentaba la carga útil e impedía la corrosión, sin perder la robustez. El éxito del coche fue fulminante y como no se cambia lo que funciona se ha seguido desde entonces utilizando el aluminio. La duración pues está asegurada, por eso, los Land parecen eternamente jóvenes. La silueta de la caja aunque ha sufrido diversas modificaciones de «aggiornamento», acusa ya el paso del tiempo y para algunos está ya algo anticuada. Para nosotros, sin embargo, su perfil clásico posee un atractivo especial. Quizá el Land es el único todo terreno que sigue conservando su aspecto rústico y eso le confiere esa personalidad propia de 4×4 puro y duro que nos cautiva a los «Cuatrocuatreros». Su imagen de coche fiable, es evocadora de grandes raids y aventuras. Nada más verlo, inspira confianza y parece que nos sugiere emprender un largo y exótico viaje con la seguridad de no quedarnos tirados. En cuanto a la robustez del conjunto chasis-carrocería, no es ya una simple cuestión de imagen, es constatación de la más pura realidad, lo que vimos en nuestra prueba. El conjunto recibió impactos muy duros en un terrible tramo de piedras que recorrimos y no se produjeron deformaciones en la zona del bastidor donde recibió el castigo.

Fuente: https://www.pieldetoro.net/web/pruebas/ver.php?ID=710.15

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