Urgente plantación de carrascas de alveolo


Por Luis Gareta

    A principios de marzo técnicos del instituto procedieron  a cubrir las  marras habidas en la finca denominada “Las hazas” con bellotas originarias  de Retortillo (Salamanca) como ya se ha realizado en otros años. En esta ocasión se hicieron  108 hoyos rellenados con  tres bellotas cada uno.
   Pero la sorpresa de los especialistas  del Instituto  (ISSIPU) llegó  al realizar una visita rutinaria de las plantaciones para regar las nuevas bellotas y observar con estupor que los pocetes habían sido esquilmados. Con una revisión más estricta dedujeron que habían sido arrasados absolutamente todos los hoyos realizados.

   En la observación de la fechoría se pudieron observar perfectamente (había llovido y nevado recientemente y con insistencia) unas huellas y una enorme madriguera. Estudiada la huella,  los expertos pudieron diagnisticar que indudablemente se trataba de un tejón, que había hecho guarida en dicho campo y, también al descubrirla, pudieron  achacarle las escasos resultados de anteriores plantaciones con bellota que, por todo este tiempo, se creyó motivado por las inclemencias del tiempo.

   Como es natural y al ser el tejón una especie protegida, se dio aviso a las autoridades pertinentes y para no perder el año, se activó la creación urgente de un semillero, procedimiento germinativo que por varias razones se había desechado hace tiempo pero ante la “querencia” del tejón por las bellotas había que volver a él.

   Del mismo modo se procedió a adquirir un plantero de 50 carrascas en alveolo y  aunque ya tenían dos años   como no se pudo encontrar en la zona  uno más joven, hubo que “morir al palo”

     Así las cosas, solo queda esperar que el tejón pueda ser trasladado de la finca y que las carrascas plantadas arraiguen del mejor modo posible. ¡Cosas de la Silvicultura! ¡Ánimo a todas las gentes del  ISSIPU!

Tras el rastro del tejón

    El tejón (Meles meles), también conocido como «tasugo» en muchos de nuestros pueblos, es un animal muy esquivo. Resulta tremendamente difícil toparse con él, pero si lo veis no lo confundireis con ningún otro, gracias a sus rasgos diferenciales. De la familia de los mustélidos (nutrias, comadrejas, visones, etc.), es un animal bajo (levanta unos 30 cm) pero largo (hasta 90 cm), ancho y rechoncho (pesa de 10 a 16 kg), de pelaje denso y grisáceo, blanquecino en algún caso, que se mueve meneando las caderas ostensiblemente

    Su cabeza es llamativa, blanca con dos listones negros que nacen en la nariz y van hacia atrás cruzando los ojos hasta las orejillas. El hocico es alargado y fuerte, muy móvil, lo que le permite hozar la tierra en busca de insectos y lombrices.

   Las patas son cortas y muy fuertes, especialmente las delanteras, con las que cava con potencia, ya que cuenta con unas garras largas y muy poderosas.

   El tejón está presente en casi toda la península pero ausente de las islas. En nuestras áreas noribéricas suele habitar zonas arboladas, áreas de matorral, campiñas y praderas, especialmente si hay cursos de agua cercanos y afloramientos rocosos. Huye de las zonas de agricultura hortícola muy intensiva, y de las muy humanizadas….

    Aunque decíamos que es complicado que se deje ver, sus rastros son manifiestos y fácilmente detectables en el campo, pues deja muchos y muy visibles. Sus huellas aparecen frecuentemente en los caminos, gracias al peso del animal. Precisamente por ser un animal pesado, su apoyo es plantígrado, es decir, que apoya toda la planta para ganar estabilidad, por eso en la huella observamos una almohadilla interdigital (la almohadilla principal) muy grande, y por delante cinco almohadillas digitales casi alineadas, con puntitos destacados correspondientes a las uñas curvas. El quinto dedo, en la parte interna de la pisada, a veces se marca menos o no se marca si el terreno es muy duro. Vemos un buen ejemplo a continuación (la hoja de la navaja mide 4 cm)…

    El tejón es omnívoro, compone su dieta a base de raíces, frutos e invertebrados, que complementa en cierta medida, en función de la disponibilidad, con micromamíferos, anfibios, reptiles y carroña. De entre este elenco de alimentos, su especialidad son las lombrices. A la hora de deponer, el tejón hace letrinas muy características, extremadamente pulcras. Excava agujeros de hasta 10 cm de profundidad y los llena de excrementos hasta que se colman, y entonces empieza otra letrina nueva, para lo que en ocasiones entierra o semientierra la anterior

    También son propias del tasugo las hozaduras en la tierra. A diferencia de las del jabalí, que levanta el suelo con su jeta como si un hortelano loco se hubiera dedicado a pegar golpes de azada sin ton ni son, las del tejón son más superficiales y sin volteo de tierra. Su morro es más fino, y lo introduce en el suelo blando para comer lombrices, insectos y raicillas…

Fuente: http://sorbusmedioambiente.blogspot.com.es/2013/06/el-rastro-del-tejon.html