El equipo de I+D del ISSIPU construye un singular plantador de garbanzos

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Por Lucho Gasca

    Siguiendo la tradición que dice “ Por San Marcos (25 de abril) tu garbanzal ni nacido ni por plantar”, el personal del ISSIPU  se dispuso a sembrar esta legumbre entre las plantaciones de robles y carrascas siguiendo una variación del método Fukuoka conocido como  Porkularis.   Ya el año pasado se sembró la legumbre por el sistema de chorrillo pero ante los pobres resultados en cantidad no en calidad, sobre todo por la aparición de una grandísima cantidad de malas hierbas, y, además, por la aparición de una puntual plaga de topillos, en esta ocasión se decidió  cultivarlos en zonas alejadas de las acequias y se prueba en una nueva tierra yerma en el monte, junto al nuevo casuto de Costálvaro, en Hinojosa del Campo, Soria.

   Previamente se habían acondicionado las pequeñas parcelas pasándoles el rotovator  y quitando las piedras que fueron apareciendo.

    Dos parcelas se sembraron a chorrillo y con garbanzos certificados de siembra de Fuentesaúco sobrantes del año pasado para estudiar si su conservación se realizó adecuadamente  y otra pequeña tabla en el “Arenal de la vega” de garbanzo pedrosillano por un nuevo sistema ideado por el director general de horticultura, Angel López, que ahorra una gran cantidad de simiente, racionaliza su siembra y lo que es más importante, permite realizar la  completamente erguido.

    El aparato, que se ha denominado “Planmagara” (Plantador manual de garbanzos Angel) ha pasado con notable éxito las pruebas de uso en el campo y a partir de ahora, el Instituto ha encomendado a sus ingenieros que mecanicen el invento para poder sembrarlos desde el tractor BJR sin perforar la tierra, naturalmente. Desde aquí queremos dar la enhorabuena a Ángel por su extraordinario invento.

   Por otra parte, el boca a boca de la anterior producción de garbanzos de Fuentesaúco ha funcionado tan extraordinariamente que los pedidos han colapsado las previsiones de esta nueva cosecha y, de un modo especial, la que se espera de pedrosillanos “de monte”. A tal punto, que estos últimos no saldrán a la venta y solo serán ofrecidos para degustaciones de las que nuestros lectores serán informados debidamente. ¡Éxito a todos los que hacen posible este extraordinario Instituto!

Garbanzos de Fuentesaúco:

Los garbanzos de Fuentesaúco poseen unas características peculiares que lo hacen únicos en el mundo:

– Los granos en seco son de color marrón anaranjado , rugosidad intermedia en su piel, ausencia de manchas superficiales y su pico es curvo y pronunciado. Las variedades homologadas por el consejo regulador de garbanzo de Fuentesaúco son: garbanzo cucharero y garbanzo cuaiz.

–  Los garbanzos de Fuentesaúco después de cocidos destacan por su integridad del grano,  albumen mantecoso y poco granuloso,  de piel casi inapreciable y poseen un exquisito sabor suave y agradable.

    La zona de producción del garbanzo de Fuentesaúco está constituida por 22 términos municipales al suroeste de la provincia de Zamora en la cuenca sur del Duero y pertenecientes en gran parte a la comarca de la Guareña. El clima típico de esta a comarca, con inviernos fríos y largos y veranos calurosos y cortos unido a las características específicas del terreno con suelo profundo y franco arenoso y muy bajo en sales minerales y carbonatos hacen que el garbanzo de Fuentesaúco sea de unas características especiales que lo hacen único en el mundo.

Garbanzo pedrosillano:

   Deliciosa leguminosa que se cultiva en los términos municipales limítrofes aPedrosillo el Ralo, de quien toma su nombre, en el noroeste salmantino, en pleno corazón de la comarca de La Armuña. Se cultiva en ciclos de cultivos rotatorios, tras la recogida del cereal, profundizando en la tierra al tener unas raíces bastante más largas. Recogidos cuando la hoja empieza a amarillear, una vez libre de sus vainas y limpiados se presentan secos y ensacados.

    De forma casi esférica de color beige y de pequeño tamaño, piel muy fina y lisa y con los dos cotiledones anaranjados o amarillentos bien diferenciados. Pico pequeño y agudo. Tras la cocción es firme, compacto y blando. De sabor intenso, mantecoso y nada arenoso.

   Aunque suene extraño, el garbanzo es un eficaz antidepresivo, en su composición tiene un aminoácido que libera serotonina que inhibe el mal humor, la ira y el sueño entre otros “malos hábitos”. Además es rico en fibra, hierro y recomendado para dietas hiposódicas (tensión) y diabetes

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