Georgia y Armenia en Cicloturismo (I): De Tiflis a la frontera armenia


Por Marshall

    Cumplir 50 añitos es un motivo de celebración bastante bueno como para regalarme este viaje cicloturista en solitario, en el que recorrí un poco más de 1000 km ….

…por el Caúcaso sur o Transcaucasia. Una zona de grandes convulsiones políticas y conflictos bélicos recientes que está llena de tranquilas carreteras secundarias, gente majísima y paisajes que merecen de sobra el gasto en avión.

   Al final de esta entrada adjunto ficha técnica que repetiré en la última de este viaje. Espero que os sea de utilidad.

     Para empezar, algo práctico, el vuelo a Tiflis. No hay vuelos directos a la zona. Está la posibilidad de volar con Turkish Airlines a Georgia y Azerbaiyán o con Aeroflot a Armenia como las dos opciones más económicas haciendo transbordo en Estambul o Moscú. Ninguna de las opciones es cómoda e implica llegar a horarios que pueden ser horribles, como en mi caso que llegué a Tiflis a las 4,30 de la mañana.
Tiflis puede ser la peor pesadilla de un ciclista y hay que tomarlo con calma. Conducción muy agresiva, coches muy contaminantes, ruido infernal… Como muestra sirven los 16km hasta el Casco Histórico desde el aeropuerto.

    El peatón ha sido totalmente expulsado de la ciudad por el coche y a nadie parece importarle. Se ven pocos ciclistas y con el único que hablé lo tomaba con resignación.

  Lo positivo es que desde un principio encontré gente dispuesta a ayudar. Gracias Bacho por tus orientaciones en la ciudad.

   Me alojé en un hostel en el casco histórico, la parte que más merece la pena de la ciudad y donde se concentra la mayor parte de los alojamientos y cometí el error de intentar hacer turismo en bici.

    Sinceramente es mejor a pie.

   Para referencia sobre turisteo en la capital georgiana puede servir lo que escribí en la entrada anterior.

    Opté por seguir una ruta hacia el Oeste para luego tomar dirección Sur hasta cruzar la frontera armenia.

Ruta aproximada de estas cuatro etapas

La salida de Tiflis mejora las cosas en cuanto al tráfico. Si bien los primeros kilómetros es un infierno parecido a la capital, en cuanto se deja la carretera principal, parecida a la autopista, espera una secundaria de la que sale a su vez una pequeña carretera que nos lleva al Monasterio de Jvari.

      Este monasterio es un mirador imprescindible sobre el cruce de dos ríos, Kura y Aragvi y el meandro en que se encuentra Mtskheta, siguiente parada de la ruta y lugar más sagrado para la religión ortodoxa georgiana, además de patrimonio de la Humanidad.

 

 

 

     Mtskheta es un no parar de misas, bodas y bastante turismo. Aquí se nota que Georgia y Armenia se están poniendo de moda.

    Pero también es una auténtica joya, ahora en proceso de restauración, sobre todo de sus delicados frescos medievales.

 

    Desde Mtskheta (pronúnciese jeta) lo mejor es tomar la carretera secundaria que nos lleva a Gori a través de una serie de pequeños pueblos donde se puede empezar a tomar contacto con la Georgia rural. Interesante evitar Kaspi y sus alrededores, una zona industrial muy contaminada y sin nada que ver. Hay que seguir siempre la ribera sur del río Kura y todo será más fácil y cómodo.

 

      Eso sí, no hace falta fijarse mucho para darse cuenta que Georgia es Europa pero está muy lejos aún de los estándares de calidad de vida de la otra Europa, en la que vivo yo.

Hay aún agricultura y ganadería de subsistencia y solo encontré asfalto en las carreteras principales en esa parte del país. El resto son, básicamente, pistas de tierra y no andan sobradas de indicaciones, así que mejor llevar mapa propio o preguntar.

Tiflis-Monasterio de Jvari
Mtskheta-Grakali

     Para dormir opté por acampar por libre junto al río en la localidad de Grakali. La acampada libre está totalmente aceptada y ni tan siquiera la policía te dirá nada.

  Comencé el día siguiente en la pequeña ciudad de Gori.

   Esta ciudad es la cuna del georgiano más famoso de todos los tiempos: Iósif Dzhugashvili, más conocido como Stalin.

     Si esperas encontrar la mínima crítica a semejante personaje Gori no es el lugar. El museo es totalmente laudatorio y hasta se conserva su casa natal como si fuera una especie de portal de Belén.

 

      La ciudad, por lo demás, no tiene gran cosa que ver. La fortaleza está prácticamente en ruinas (como la mayoría en Georgia, por otro lado) y es una ciudad pequeña que muestra cierta añoranza por el abyecto personaje que la puso en el mapa.

 

    Desde Gori empezó, eso sí, algo de lo que ya me habían avisado: un viento terrible que sopla desde el Oeste, similar al cierzo aragonés y que es especialmente frío hasta en verano. Un verdadero suplicio al que se añade que tuve que recorrer por una autovía llena de tráfico 25km hasta Kareli.
Desde Kareli la mejor opción es tomar la carretera secundaria que va por pueblos pequeños y que te deja en Khasuri, una localidad que no tiene nada de especial, pero que es un nudo de comunicaciones ideal para descansar y hacer pequeñas excursiones.

 

     En Khasuri me alojé en el mejor establecimiento del viaje el Rest Camp Georgia, en el que se puede también acampar y donde los cicloturistas son especialmente bienvenidos. Allí coincidí con otros dos ciclistas: un suizo que iba de vuelta y un alemán que intentaba la vuelta al mundo.

 

     Con mucho menos viento el día siguiente fue mucho más agradable pedaleando por una carretera en leve pendiente hasta Borjomi o Borshomi (transcribir el georgiano no es fácil y puedes encontrar varias interpretaciones) una ciudad balneario célebre por su agua mineral.

 

     Borjomi en sí es mucho menos interesante que su entorno, con el parque Nacional Borjomi-Karaughli, el más grande de Georgia y visita obligada para amantes de la naturaleza.     

    Ya lo había recorrido un poco en una visita anterior desde Turquía, así que me tome un descanso y empecé a subir hasta la estación de esquí de Bakuriani.

 

     La subida hasta Bakuriani es muy agradable y no especialmente dura (sobre todo comparado por lo que me esperaba al día siguiente).

     En todo momento vas paralelo a ríos y torrentes y remontas un puerto con mucho arbolado y poco tráfico. De camino hay pequeños pueblos y balnearios.

Dormí en Bakuriani en un pequeño hotel, Edelweiss, por un precio muy económico con cena y desayuno para campeones.

     Desde Bakuriani tomé el camino más recto por un puerto de nombre impronunciable: Tskhaskaros. Una agotadora subida de casi 20km por pista de tierra, con pedruscos como puños que compensaba por el entorno natural y la vista impresionante de la cordillera del Caúcaso.

    La llegada a la cumbre fue estupenda. Aparte de un absurdo control policial, las praderas a 2400m de altura tienen en verano numerosos campamentos de pastores nómadas y es un entorno de torrentes de agua, frescor y paisaje tranquilo.

 

    ¡Ojo a los perros! Tienen muy malas pulgas.

    La bajada fue tan impresionante como la subida. Metiendo freno para no partirme la crisma.
Aunque me quedaba un paso para llegar a Armenia terminé, bastante reventado, acampando en una arboleda cerca del pueblo de Ninotsminda, para dedicar un rato a ajustar la mecánica de mi sufrida bici.

De Bakuriani a Ninotsminda por el puerto de Tskhaskaros

Hasta la frontera con Armenia otro tramo de carretera en obras. Por lo extremo del invierno se aprovecha la temporada de verano para parchear las vías y es fácil encontrar obras en muchos puntos del camino.

 

     Toda esta zona es llana, muy rural, con muchas praderas y llena de pequeños lagos, alguno de los cuales son espacios protegidos por la presencia de numerosas aves.

   Una frontera de lo más tranquilo (el paso de Bavra es el menos frecuentado) y ¡Barev Armenia!

FICHA TÉCNICA

Viaje a Georgia y Armenia en cicloturismo de alforjas

28 de junio al 15 de Julio 2019

Distancia total 1030km

Bicicleta VSFarradManufaktur Deore T-300, Alforjas Ortlieb, Cubiertas Schwalbe Marathon Plus.
Época ideal principios o finales del verano. 
Acampada libre tolerada. Alojamientos muy económicos. 
Coste vuelo con Turkish Airlines (bici incluida): 417€
Gastos durante el viaje: 286€
Llevar dinero en efectivo, en muchos lugares no aceptan tarjetas.
No hay vías ciclables específicas. Recomendable llevar mapa en papel.

El blog del autor: http://yosiplauma.blogspot.com/

 

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