Catalán, Lorén, Moré. Tres mujeres artistas. ¿Cómo tratamos el arte de las mujeres?


Por Cristina Beltrán

             Con el título Inclusión FEM en la Casa de los Morlanes desde el 17 de mayo hasta el 1 julio 2018 puede contemplarse una exposición que mejor ir a verla para recrearse y empaparse bien de arte profundo y visceral, en mi opinión vale la pena ir para adentrarse en cada una de las obras y vagar soñando en el interior de cada una.

    Si la vista no da más que para quedarse en la superficie de lo expuesto, mejor no entre y váyase por donde ha venido.

    No es la primera vez que se realiza una exposición de 3 mujeres artistas en una sala zaragozana, recuerdo la exposición que con el Título ¡MADRE MIA! Llevaron a cabo en un precioso proyecto expositivo Sonia Abraín, Rayo de Luna y yo misma (Cristina Beltrán) en la sala de la Asociación de Artistas plásticos Goya Aragón, somos una generación más joven, además de otras muchas artistas más jóvenes que nosotras, que vienen intentando crear un clima de diálogo y aprendizaje para abordar temas pendientes y de género dentro de las artes plásticas y visuales padeciendo el ninguneo y la invisibilidad como la mejor forma de silenciar el arte de las mujeres que en Zaragoza pujan por expresarse, empezando por los propios compañeros de profesión varones, comisariados de todas especies y otros mediocres medios de comunicación.

    No voy a hablar de la extensión curricular de cada una de las artistas, de la calidad de las obras o de la personalidad de sus autoras, preocúpense de indagar.

     He realizado tres preguntas a las artistas: ¿Qué sientes y deseas cuando trabajas en tus obras? ¿Porqué esta exposición junto a tus compañeras?¿Qué echas de menos como mujer artista?

    A la primera ¿Qué sientes y deseas cuando trabajas en tus obras? contesta Lorén Ros que intenta disfrutar, transmitir, crear diálogos, romper silencios y llegar a lo más profundo de ella misma, descubrir qué hay detrás de cada gesto y trazo. Pilar Moré en sus obras trabaja para ella, siente cada vez más responsabilidad y emoción ante un lienzo vacío. No pretende dejar ningún mensaje pero si transmitir alguna clase de emoción para darse por satisfecha. Pilar Catalán remite a la palabra arte latina y griega -ars, artis, téchne- arte, saber, oficio, destreza, hacer salir de lo oculto, producción, razón, ciencia. Seleccionando dos claves arte y ciencia, para ensayar y establecer un abanico plural aparentemente contradictorio de todo lo que integra la experiencia estética y utopía, de aquello que existe pero no se encuentra. Se trata de un holograma que pasa por  percepciones sensoriales sin filtro, introspecciones despiadadas, eliminación del límite de los sentidos, perdida y recuperación de consciencia, intelecto y raciocinio, información contextual, confrontación y reconciliación, pulsión y deseo. No indaga en el carácter del placer que  proporciona el arte, la reflexión se tiñe de sospechas e incertidumbres cuyo núcleo recae en los miles de personas  que estamos  contaminadas  y comprometidas con el goce estético.

    A la segunda ¿Porqué esta exposición junto a tus compañeras? Pilar Moré alude a su trabajo y exposiciones en soledad, salvo algunas grandes colectivas. En ésta ocasión se han unido las tres porque se conocen hace años y llevan toda la vida en contacto con el Arte. Ella, en concreto desde los 14 años participando en colectivas. Las tres cree están muy desaprovechadas. Las tres juntas quieren hacer fuerza y demostrar su valía. ¿El problema quizá sea el ser mujeres…? es su reflexión. Para Loren Ros Trabajar conjuntamente es una experiencia enriquecedora que fomenta la amistad y la solidaridad. Pilar Catalan indica la exposición como resultado de un estudio del panorama artístico y la necesidad de visibilizar la trayectoria de tres pioneras en el Aragón artístico, plasmar a nivel teórico la situación de la mujer artista y la discriminación que sufre en  el mundo del Arte y de la Cultura, la urgencia de redefinir paradigmas y eliminar los constructos sociales de género adjudicados a las mujeres por el patriarcado. Se remonta a proyectos conjuntos  interdisciplinares de los años 2014-15,  “Kohtaamisia primera, segunda edición  y “Naturalezas de Mujer”  en el Centro Joaquín Roncal de Zaragoza, en el Palacio Villahermosa, el CDAN en Huesca y en el Palacio de Sástago las estimuló para preparar este nuevo trabajo de  exposición apostando por la solidaridad entre artistas, por la calidad y la excelencia en la dirección de eliminar axiomas construidos sobre la pretendida inferior de las mujeres en las artes.

   A la tercera ¿Qué echas de menos como mujer artista? Catalán requiere un esfuerzo mayor por conocer y desmontar la historiografía del arte basada en el concepto genio igual a varón y rechazar la exclusión de las artistas mujeres del Catálogo de la Historia, incrementar nuestra lucha para erradicar el papel que el machismo  nos ha asignado como sujeto pasivo y objeto de deseo de la mirada masculina, denunciar y hacer pedagogía de lo que encierra la representación de los grandes maestros, porque parece que no ha habido grandes maestras, para ser conscientes del maltrato escarnio y humillación que las mujeres hemos sufrido en todos los periodos artísticos, incluyendo el aquí y ahora, y por supuesto, mas vinculación entre mujer artista y mujer feminista porque solo así eliminaremos el techo de cristal que perpetua la desigualdad, y desdibujaremos la esperpéntica en la que habitamos. Habla de los años  60 y 70 del siglo XX, de un arte feminista con Judith Chicago, Miriam Chápiro y talleres de formación alcanzando importantes logros y exposiciones de mujeres, en el movimiento feminista tuvo lugar una revolución trascendente, textos como el de la escritora, escultora y activista Kate  Millet marcaron nuevas pautas bajo el lema  insurrecto, lo personal es político.

   Moré  prioriza genéricamente la igualdad que ha faltado siempre y aunque hemos avanzado queda mucho por hacer. No ve normal tener que demostrar mucho más que un varón, la valía. Los apoyos los tienen los artistas masculinos.

    Lorén simplemente echa de menos la credibilidad general.

    Nos invitaron a un encuentro mesa debate el 24 de Mayo a las 19h. en el Museo Pablo Gargallo. ¿Pretendían un aforo medio, al menos con personas pertenecientes al gremio? Nada de eso, asistimos al acto algunas mujeres y 2 hombres, muy interesante el planteamiento, pero cabría preguntarse, algunas cuestiones. ¿Porqué no interesan las propuestas de las mujeres artistas a los hombres? ¿tenemos los mismos intereses? Lo que para unas es vivir el arte de las emociones sin aventuras y riesgos para otras es una salida expresiva y reivindicativa, ya desde Artemisa en el decapitado Holofernes (1613) hasta Ana Mendieta con su árbol de la vida (1976).    Entonces ¿porqué de esa invisibilidad?. Se dieron cifras de lo que supone el arte de mujeres en el mundo del arte, son ridículas las comparaciones respecto a los compañeros varones, como vergonzoso es el porcentaje de mujeres en altos cargos para representar a la cultura y al arte o en galerías de Arte privadas y públicas.

    No nos equivoquemos, hay muchas y bien formadas, pero el techo de cristal, el patriarcado y el machismo no son una exclusiva de otros ámbitos sociales, impregnan también estas parcelas, de forma apabullante, mientras las artistas no sean conscientes de la cuestión de género con un discurso bien elaborado, en el que apoyarse estaremos poco representadas. Los tiempos en los que trabaja y se mueve la cultura son tiempos en los que tradicionalmente las mujeres trabajamos en el ámbito privado, el feminismo tiene que introducirse en el mundo del arte para estar en igualdad de condiciones o nos encontraremos con artistas reivindicativas jubiladas o jóvenes sin proyectos familiares, porque se trata también de eso, del reparto de tiempos y de la conciliación, las artistas no eligen se ven obligadas a elegir, como el resto de mujeres, al final priorizan su espacio privado porque no les dejan lugar en el espacio público.

   Disfruten de esta exposición y de otras, miren con las gafas moradas y vean como las diferencias no son tantas, pero la realidad pesa mucho.