Por Cristina Beltrán Mayoral
INOCENCIA
Daño colateral de una época vergonzosa.
Hablaré de ti mujer, por tu hija y por mí, porque me apetece y quiero!
Terribles fantasmas,
acuden a los hijos impertinentes de un oscuro pasado.
Inocencia, personificación de las inocentes.
Hablaré de ti, grito apagado, porque ya es suficiente!
Virginal cuidadora del mundo en el tiempo, grande.
¿Cuántas como tú? Innumerables.
Inocencia, risa plena, cabello ondulado de hilos plateados.
Ojos cómplices que ven más de lo que dicen.
Hablaré de ti pureza, porque el silencio desborda!
Historias de guerra con larga y profunda cicatriz.
Inocencia, original fotógrafa de momentos cotidianos.
Ingeniosa narradora en áridas tierras
Hablaré de ti coqueta ¡por tus pañuelos de colores!
en medio de negras vidas celosas y recriminatorias.
Inocencia, pretendida y viajera, sabia y honrada.
Hablaré de tu castidad para acallar a miserables y maltratadores.
Cobardía de chusma consintiendo la huida
tras la puerta cerrada al frescor de la vida.
Inocente Inocencia, libre de pensamiento.
Virtud presa entre muros levantados por la ignorancia.
Hablaré de tu alegría, paseada entre amapolas!
convertidas en comida de animables vendibles al debe para evitar limosnas.
Inocencia, inocente atada entre cruces.
Hablaré de ti limpia, desaparecida y libre por todas!
Libertad, futuro, carcajada, promesas de amor.
Sin rencor, palabras de paz. Siempre Inocencia.