Por Manuel Medrano
Hasta el 26 de junio, de lunes a viernes de 18 a 21 horas, pueden ustedes visitar la muestra Rapsodia Rusa, de la artista Isabel Larrodé Pellicer, en la Galería de Arte Pilar Ginés (c/ Santiago nº 5 –Pasaje Ciclón- de Zaragoza). La entrada es libre y gratuita.
Isabel estudió en la Escuela de Artes Aplicadas de Zaragoza y, más tarde, se licenció en Bellas Artes en la Universidad de Barcelona, realizando exposiciones individuales y colectivas de forma regular desde 1998.
La pintura de Isabel se ha caracterizado por los ecos que muestra de la estética oriental y su colorista mirada hacia el Zen, apoyándose en el paisaje y en la poesía haiku. Las creaciones que ha venido realizando Isabel consiguen producir en quienes las contemplamos la sensación de lo fugaz de la existencia, pero emanan una sutil belleza que las alejan de lo efímero, siendo lo permanente su pintura, no la temática ni el concepto.
Técnicamente, elabora obras en acrílico y técnica mixta sobre lienzo, óleo y técnica mixta sobre lienzo y, en algunos casos, óleos y veladuras sobre lienzo, aunque también pinta sobre madera, en ocasiones decorando objetos utilitarios y convirtiéndolos así en obras de arte.
De sus creaciones más habituales mencionaré sus coloridos y originales retratos expresionistas (cuyo cromatismo no es nada casual), así como los paisajes Zen de tonalidades más suaves pero contrastadas, obras que plasman las sensaciones y los sentimientos que la contemplación de los mismos generan en la artista.
La producción artística de la autora tiene, además, una calidad estética, una fuerza expresiva y un manejo del cromatismo excelentes, así como versatilidad al servicio de sus objetivos que le lleva incluso, en ocasiones, a la adopción de concepciones creativas abstractas.
Isabel, que ha seguido predominantemente un estilo expresionista tanto en la representación del paisaje como en el de la figura humana está actualmente, en realidad siempre, en un periodo de evolución. Trabaja ahora mismo, como pueden ver en Rapsodia Rusa, en una nueva forma, aunque bebe de fuentes pasadas, que consiste en una síntesis sinérgica de los estilos que ha ido siguiendo con el paso de los años, volviendo a la figuración expresionista pero continuando con el toque orientalista que le caracteriza.
Esta es mi sintética descripción y visión de Isabel como creadora, pintora y diseñadora cuyas obras me encantan por sus composiciones, coloridos y, muy especialmente, por las sensaciones que transmiten.
Rapsodia Rusa es el trabajo más reciente de Isabel Larrodé. “Rapsodia” está definida por la RAE, en su primera acepción, como: “Pasaje amplio de un poema épico, especialmente de alguno de los de Homero, compuesto de varios cantos”.
Y es lo que Isabel nos narra ahora pictóricamente, un poema plástico que se desarrolla a través de las vivencias más intensas que tuvo durante su viaje a Rusia, cada obra un verso, una estrofa, un canto a veces, componiendo todas juntas un panorama que revela al espectador con fuerza y expresividad las sensaciones de la artista. Y, como en las mejores composiciones poéticas, cada fragmento, cada cuadro es, en sí mismo, una obra de arte individualizada.
Finalizo diciendo que Isabel Larrodé nos ha sorprendido muy agradablemente con esta nueva fase de su evolución artística, que mantiene además las características esenciales de su creación como la visión personal, el potente expresionismo o el reflejo del Zen, así como la enorme capacidad de conectar con el espectador de una forma espiritual. Por cierto, uno de los cuadros, Rasputin, está dedicado a un gato que Isabel y su familia encontraron, desnutrido, tres días antes de partir a Rusia, y que han adoptado.
En cuanto a la inauguración, que fue el 29 de mayo, estuvo muy animada, con mucha asistencia y muy buen ambiente. Y, a petición de la artista, tuve el placer de presentarla, lo que hice con mucho gusto.
Sinceramente, y con esto termino ¡enhorabuena Isabel!
