Otros empleos en el Circo


Por German Opelli

      Sería injusto por mi parte hablar de circo y no mencionar a los otros protagonistas. ¿A quienes me refiero? Pues  al representante en ruta, gerente, taquilleros, encargados de la luz, del sonido y sobre todo a los que términos circenses se conoce como empleados.

    Trazan con una cadena el diámetro que habrá de tener el circo, riostras crucetas, garruchas y cables  van ocupando su sitio exacto, luego montando el circo….se acerca el momento de la función y tienen sus respectivas funciones, unos a la puerta, otros de acomodadores, otros a la pista para sacar los diferentes aparatos de los artistas, montar y desmontar las jaulas de los leones, tigres, etc.  Lo único que no hacen es montar la red de los trapecistas volantes que es responsabilidad exclusiva de los artistas.

   Son hombres solitarios, poco habladores, pero a tantos y tantos que he conocido en mis años de circo, he observado en todos ellos el aprecio y el respeto por los artistas. Recuerdo haciendo gira por Andalucía con el Circo Azul. Estaba el representante de viaje y el empresario me encomendó el control de la entrada al circo. Había empezado la última función cuando vi venir hacia el circo cuatro o cinco hombres vestidos de” corto”.

    Se quedaron mirando la carpa hablando despectivamente. Se acercaron a la puerta. Más que bebidos iban con ganas de liarla. Yo les dije que en esas condiciones  no iban  a entrar en el interior. El más chulo me dijo que no solamente iban  a entrar  si no que, además, tampoco iban a pagar. Al impedirles el paso, dos de ellos hicieron ademán de agredirme. No sé  de donde salió un empleado al que llamábamos “el rubio” (antiguo trapecista), cogió con las dos manos una valla metálica del circo y en un abrir y cerrar de ojos “arregló” la situación. Aún me río cuando recuerdo a aquellos “señoritos” corriendo  a la desbandada seguidos de cerca por el hombre-valla.

    La orquesta comenzará a ejecutar sus típicas melodías, lo hagan bien o  regular  no los valorará el gran público, que pena…Hasta el presentador/a a pesar de estar en escena su labor  para la masa es segundona, aunque posea intrínsecamente una decisiva importancia.

    Mi abrazo cariñoso para todos, juntos hemos pasado momentos inolvidables, frío, calor, públicos amables, indiferentes, tristezas y, cómo no, momentos de alegría (los más), bien dicho está eso de que el circo es una gran familia. Que dure:

    Con esa alegría, les saludo muy cordialmente

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